Palabras de la presidenta de ACIJUR, Patricia Rosety, durante el acto de entrega de los Premios Puñetas 2019.

Palabras de Patricia Rosety, Presidente de ACIJUR.

Pemios Puñetas 2019

El acto de entrega de los Premios Puñetas siempre es una buena ocasión para reunirnos con todos ustedes, que son los motores que dan energía para proseguir en nuestra andadura, en pos de un ejercicio responsable y serio de la comunicación y de la información jurídica y judicial.

Es, también, un buen momento para alzar la voz frente a los atropellos de todo tipo que quieren o pretenden cercenar la libertad de expresión y el derecho a la información de todos los ciudadanos, el bien democrático más preciado que conforma el Estado de Derecho.

El propio relato del de este acto, hoy que está tan de moda la palabra relato, nos deja bien claro por dónde apuesta ACIJUR: por el diálogo, por la defensa de las instituciones del Estado, por el reconocimiento a quienes hicieron posible la convivencia pacífica entre los españoles, por el acercamiento a los ciudadanos, por el Periodismo serio…

Y un Periodismo serio se hace sin vetos. Sin vetos a nuestra presencia en algunos actos públicos, sin vetos a presenciar alguna firma de Gobierno y a verla sólo por el plasma, sin vetos a hacer preguntas. Y que nos llamen tertulianos por querer preguntar. Quienes preguntamos somos los informadores cuando hay ruedas de prensa, cada vez, menos frecuentes. Y en una de esas escasas ruedas de prensa, en la reciente Cumbre del Clima, en Madrid, a una periodista chilena le llamó la atención que sólo dejasen hacer dos preguntas. Y, perpleja, protestó por ello.

El año pasado mandamos a hacer puñetas a la incautación de teléfonos móviles y ordenadores de varios periodistas de Mallorca que investigaban el caso Cusarch. Eso fue una vulneración del secreto profesional. Un año después, el juez está a punto de sentarse en el banquillo para ser juzgado, un juez que ha pedido la jubilación voluntaria y que será efectiva el 31 de enero. Rechazamos el veto venga de donde venga porque con vetos no se puede ejercer esta profesión, que es un servicio a la sociedad.

Para nosotros la palabra es importante, la fuerza de la palabra  es importante, el valor de la palabra es importante, transmitimos lo que sucede. Y de la importancia de la palabra se hablaba ya en el Génesis.

Vivimos en la sociedad de la imagen. Nos han dicho muchas veces que una imagen vale más que mil palabras. Pero, aunque parezca paradoja…una palabra vale más que mil imágenes. Una palabra puede evocar más de mil imágenes.